Los activos privados están en la antesala de una nueva era impulsada por temáticas globales de gran trascendencia. Identificamos algunas de las clases de activos privados mejor posicionadas para beneficiarse de ellas.
El flujo de liquidez en los mercados privados ha cambiado considerablemente durante los últimos 18 meses. Las perturbaciones geopolíticas y económicas han puesto punto final a una larga etapa en la que los inversores no han tenido que hacer muchos ajustes estratégicos en sus carteras. Los tipos de interés y la inflación se encontraban en niveles bajos, la liquidez abundaba y las cadenas de valor habían incrementado el número de sus eslabones debido a la globalización.
No obstante, esta situación ha empezado a cambiar. Las estrategias de inversión que habían logrado resultados satisfactorios durante mucho tiempo podrían tener que afrontar nuevos obstáculos.
A corto plazo, la captación de fondos en el segmento de los activos privados ha experimentado una ralentización considerable desde el periodo especialmente sólido que experimentó en 2021. En un contexto en el que los costes de financiación han aumentado, la coyuntura beneficia a aquellos capaces de proporcionar liquidez.
Creemos que nos estamos adentrando en un nuevo paradigma que hemos denominado la era del “3D Reset”.
Esta representa un cambio en la estructura del mercado y describe la manera en la que las dinámicas de la descarbonización, la demografía y la desglobalización están alterando el panorama de inversión. A estas tres temáticas podemos sumarle los avances tecnológicos, específicamente la revolución de la inteligencia artificial (IA). Por ahora, dicha revolución se está viendo impulsada por el capital riesgo y, en nuestra opinión, transformará por completo nuestras vidas.